sábado, 30 de mayo de 2015

Tarot: Preparación / Consagración

Ya hemos elegido y adquirido nuestro Tarot. Nos hemos familiarizado con las imágenes de sus cartas y hemos decidido prepararlo para usarlo como una herramienta adivinatoria.

Ha llegado la hora de infundirle nuestra energía por medio de un sencillo ritual que permita canalizar nuestra energía en las cartas.

Existen muchos rituales y eres libre de añadir una modificación que lo haga más personal. Si eres una persona creyente, puedes añadir una oración donde pidas que se te guíe con el mazo que estás preparando y que te permita ver lo necesario para ayudar a los demás y a ti mismo.

Necesitaremos:

  • 1 paño o pañuelo, preferiblemente de color blanco.
  • 1 vela blanca, lo suficientemente grande para que arda durante la noche y que se haya consumido hacia el amanecer.
  • Un vaso (trasparente), con agua.
  • Un poco de sal marina.


Seguimos los siguientes pasos:

  1. En una noche despejada de luna llena, preparamos sobre una mesa en el jardín o terraza, donde llegue la luz de la luna, buscamos un sitio protegido de las corrientes de aire (una terraza cubierta / cerrada es ideal). Si no contamos con un sitio así, podemos hacerlo en una habitación con ventana, donde llegue la luz de la luna (que se vea la luna desde la ventana).
  2. Preparamos en una mesa el pañuelo y en el centro de este ponemos nuestro mazo de Tarot cara arriba.
  3. A la derecha colocamos el vaso con agua y diluimos la sal marina en ella.  Si vivimos cerca a la costa, entonces utilizaremos agua de mar.
  4. A la izquierda del mazo de Tarot ponemos la vela, sobre un portavelas o un plato pequeño (color blanco preferiblemente), y la encendemos.
  5. En este momento, meditamos un poco sobre lo que queremos, que es canalizar nuestra energía en el mazo del Tarot, y según nuestras creencias, podemos hacer una oración.
  6. Dejamos la vela que arda toda la noche, asegurándonos que nadie tocará o interferirá con el altar.
Ejemplo de altar de preparación

Al día siguiente, a primera hora de la mañana, recogemos nuestro mazo y lo guardamos.  A partir de este momento estará preparado para ser utilizado como herramienta adivinatoria.

Al ritual podemos añadirle una varita de incienso ardiendo, que represente la tierra (con las cenizas) y el aire (con el humo). A esto me refiero con pequeños toques personales.  Si bien, la base del ritual es el descrito arriba.

Mientras dure el aprendizaje de la interpretación de las cartas, debemos familiarizarnos con las cartas y a ser posible cada día antes de dormir nos relajamos, tomamos las cartas entre nuestras manos y nos concentramos en las imágenes de las cartas. No es necesario revisarlas todas de golpe, dos o tres por día es más que suficiente.  Lo importante es fijarnos en los detalles y en que sensaciones nos transmite cada imagen.

La próxima entrada hablaré sobre el cuidado del Tarot.

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